Nada deja entrever desde el exterior la amplitud del hotel ni su estilo neorústico de decoración, que forma un conjunto único por su calidez y confortabilidad. El edificio cuenta en su planta baja con la recepción, situada a la derecha de un coqueto hall, que guía al huésped a una amplia cafetería y un elegante restaurante decorado con tonos cálidos y luz natural, con lo que se percibe un ambiente íntimo y acogedor.