Ubicado en una finca de arquitectura tradicional isleña en La Palma. Se trata de un establecimiento con un encanto especial gracias a sus instalaciones y un entorno natural con una flora frondosa. A su llegada, podrá contemplar cómo la Hacienda San Jorge se levanta entre un conjunto de construcciones a la manera de un pequeño pueblo palmero con los colores que antaño se utilizaban para pintar las fachadas. Al respetar la vegetación original, los senderos de los jardines se extienden de forma irregular, lo que configura un paisaje único entre ficus gigantes, numerosas palmeras y dragos originales. Lo primero que sorprende al entrar en el Hotel es su inmensa y refrescante sala de Recepción, setecientos metros cuadrados de luz, color y plantas por doquier, y decorada con un mobiliario de diseño vanguardista. El encuentro común se produce bien en la Recepción o bien en el área de la original piscina de agua salada en forma de lago y donde podemos disponer de hamacas y sombrillas, además de toallas de piscina.